Catequesis de Don Cesar Franco

El Obispo empezó su catequesis centrándose en la frase: “Apóstoles valientes del Evangelio”. Nos explicó cómo los Apóstoles siguieron el camino de valentía del Señor haciendo referencia a que la valentía en la vivencia de la fe se manifiesta de dos maneras: resistiendo la tentación o siendo proactivo atacando a la tentación. La pregunta que hacía a los jóvenes esta mañana es: “¿podemos llegar a ser fuertes en la fe?” Y respondía: “Sí; Dios no puede proponernos una virtud sin poder alcanzarla”.

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Catequesis de Don Juan Antonio Martínez Camino

Esta mañana les recordó a los jóvenes de Madrid el testimonio de San Rafael Arnaiz quien estudiando en la facultad de arquitectura poseía una vida asegurada. Nos cuenta de los escritos del santo: “le di a Dios mi persona, mi carrera, mi familia, pero me faltaba entregarle mis deseos de ser monje y de ordenarme”. El Obispo concluyó que ser testigo de la fe es poder entregarlo todo para en ese momento recibirlo todo de Dios; esto es ser testigos de Jesucristo.

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Catequesis de Don Fidel Herráez

El Obispo explicó a los jóvenes que la fe es responder con amor al que nos ha creado por amor. Esto es lo que da sentido a la vida. Concluyó explicando los adjetivos calificativos que suele añadir a la fe, esperanza y caridad diciendo que somos peregrinos que caminamos con la fe “viva”, una esperanza “activa” y un amor “concreto”.

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CRONICA 6: El silencio

Al comienzo del camino a Santiago todos llegamos llenos de energía e ilusión. El bullicio es un tono de fondo constante. Pero según han transcurrido los días uno acaba por necesitar del silencio y la oración. Es sólo en este marco que una persona puede encontrarse consigo mismo, es este espacio del silencio lo que propicia el encuentro con Cristo.

El obispo nos invitaba en la homilía de ayer a repetir jaculatorias mientras caminamos, al tratar de ponerlo en practica me he emocionado al encontrarme, espontáneamente, haciendo oración; de este modo el camino se va jalonando con frases de amor al Señor.

Es importante entender que el silencio no se contrapone al barullo, de hecho, es desde el recogimiento cuando el ajetreo del día a día adquiere sentido. ¿Qué hubiera sido de este camino si no nos hubiéramos parado un rato a rezar antes de empezar la marcha? Este es el momento en el que se pide por todos los que caminan, es cuando se actualizan los propósitos de vida y sin quererlo el día se orienta hacia el final de la tarde donde concluimos con la santa Misa, cumbre de la vida cristiana. Sin ese rato de diálogo silencioso con el Señor la marcha no sería más que ajetreo.

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